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domingo, 31 de marzo de 2013

Instantes

Ese momento en el que estás parada en tu habitación, decides quedarte en casa. 
Un día de relajación nunca viene mal. Y entonces recibes un mensaje, es esa persona, está ahí frente a tu casa, esperándote para escaparos, ha ocurrido, ha venido te repites.
De repente das un salto de la cama, irradias felicidad. Decides salir en ese justo instante. 
Es ahí cuando la noche es vuestra.
Pero abres los ojos, lo evitas, no quieres, y te das cuenta que todo ha sido un sueño. 
Un sueño donde podríamos haber vivido para siempre.

Noches de dolor

¿Saben? Todo era perfecto, parecía que las cosas se estaban arreglando, se buscaban, estaban empezando a quererse. Pero de repente un día todo cambió. El se marchó y no se volvieron a ver. Se cruzaron en medio de la noche, y no pudo ni pronunciar palabra. Tan sólo cruzaron un par de miradas que mostraban el dolor que llevaba por dentro.

sábado, 30 de marzo de 2013

Estábamos equivocados

A lo mejor estábamos equivocados en todo eso del amor.
Que a mí me la igual si eres un príncipe azul o no, que no me importa si me convienes o no. ¿Respecto a tu pasado? Todos hemos cometido errores, y yo no soy quién para juzgar los tuyos. 
Al final, posiblemente, lo único que importe es querer pasarme día tras día contando los lunares de tu espalda, las caricias en el cuello durante un beso, las sonrisas tontas, las miradas que esconden un mundo que los demás no pueden ver, las ganas de vernos, salir a la calle y ver que estás ahí, esperando por mí.
Porque eso si que vale la pena y mil y una noches sin poder dormir pensando en ti. Que da lo mismo estar a tres mil kilómetros o a dos centímetros mientras te haga sentir completamente feliz valdrá la pena.

Defectos

Puedo tener muchos defectos, pero gracias a ellos son quien soy. A veces puedo ser la más pesada, cabezota y celosa del mundo entero, también soy demasiado cariñosa, me paso en día dando besos y abrazos. La gente podrá pensar mil cosas, pero a mi me encanta expresar el cariño hacia los demás, demostrar a esas personas todo lo que me importan. Puede que sea porque en cualquier momento, pueden marcharse de mi vida e intento cuidarlas a diario. A veces me ilusiono fácilmente con las cosas nuevas que aparecen, también con las personas, por lo que esto también es un defecto que a veces causa daños, y origina decepciones. Pero es inevitable, quien no arriesga no gana, pero a veces aunque no lo creamos, perdiendo también se gana. Podrán pensar que soy una chula, pero esas personas no me conocen realmente, me paso el día bromeando, y alagándome  a mí y a los demás también. Dirán que soy una creía que no me hace falta abuela, pero en el fondo los que de verdad me conocen saben que demasiadas veces de buena soy tonta. Que me cuesta rendirme, y a veces no puedo despegarme de las piedras que hay en el camino, no porque me guste tropezar, no, sino porque me gusta la piedra, porque cada una que encontremos ten por seguro que será única, y por mucho que quieras, jamás encontrarás otra igual. Porque no hay dos personas iguales en el mundo, porque cada una que pase por tu vida dejará huella de una forma u otra. Y algunas te marcarán para siempre.

Extremos

A él le daba igual si ella estaba con unos u otros. Era tan orgulloso, que no la quería para él, pero tampoco para nadie más. Le encanta ver como se muere por sus huesos, se siente machote, pero no por ello la quiere, simplemente es una más en su lista. Pero ella le seguía el juego. ¿Él? su mundo. Ella optó por pasar de todos los demás y centrarse en él. Otros la trataban como una reina, pero no eran él. Tenía que sentirse grande, y eso solo cuando estaban enfrente el uno del otro. Entonces, comprendió que como él no había otro, pero sobretodo, que si él estaba delante, no había nadie más. Todo lo que hacía giraba en torno a él. Pero en realidad no había otro como él. Nadie la había hecho jamás tanto daño, nadie había jugado con ella de esa forma, y se había marchado sin ninguna explicación. Y ahora aunque se muere del dolor, no se arrepiente de nada, el lo fue demasiado, lo fue todo. Y después de todo lo que vivieron, lo prefería a él antes que a su vida.

viernes, 29 de marzo de 2013

Debilidad

Siempre hay un momento de debilidad, cuando sientes que ya no puedes más, y es inevitable echar la vista atrás. Entonces ves todo el camino que has recorrido hasta llegar donde estás, y las personas que se han quedado en la mitad. Te inundan esas ganas de llorar y solo quieres gritar. Gritar de rabia ahogando el dolor en un suspiro.En ese instante es cuando te entran ganas de salir corriendo, pero no hacia delante, no, sino hacia atrás para coger de la mano a esas personas que se quedaron atrás, y decirles nunca he podido dejar de pensarte. Me sentí culpable por cada momento que no estuvimos juntos. Empezamos a caminar de nuevo juntos, pero llega un recuerdo a nuestras mentes, donde empezó todo, y lo que pasó. Las ganas nos llenan pero el dolor nos puede y nos rompe. Me sueltas la mano y nuevamente me siento perdida en un camino que  si no es contigo no es camino.

jueves, 28 de marzo de 2013

Un tira y afloja. Una cuerda que se rompe cuando ya es tarde.

Vivían en un tira y afloja constante. Sus vidas eran eso, estirar la cuerda hasta el punto en el que sabían que era el tope. Sabían perfectamente hasta donde podían llegar para que no se rompiese. Vivían siempre al límite, estirando hasta donde podían llegar, sabiendo de qué manera hacerlo para hacer daño sin romperla.
Estaban hechos el uno para el otro, se conocían más de lo que alguien puede conocer a una persona.
Ella conocía todas y cada una de las caras que iba a poner según la situación que fuese, incluso lo que pensaba en cada momento. Él conocía todas y cada una de sus sonrisas, sabía perfectamente como iba a reaccionar, con sólo mirarla sabía como se sentía. 
Sabían de todo menos quererse. No tenían término medio, o se querían matar o mataban por quererse.Y así seguían, disfrutando de los días pares y a hostias los impares. 
Estirando de una cuerda que pensaban que nunca se iba a romper pero que finalmente un día se rompió. Pasó un tiempo en el que estuvieron separados, echándose de menos, él viviendo la vida, ella sufriendo su ausencia, pero también echándole la culpa al otro.
 Pero los lazos que los unían eran tan fuertes, y tenían una fuerza de atracción tan grande, que no aguantaron más de un mes así. Ambos deseaban que todo volviera, incluso que volviese lo malo para poder tener lo bueno de vuelta. 
Ella pensó que esta vez era la definitiva, que después de lo que pasó, ésta era la oportunidad que les hacía falta para poder ser felices juntos. Él no pensó nada. Y así empezaron, echándole ganas, porque suerte ya no quedaba.
Quizás el problema de su relación era que ella siempre esperaba algo más de él, eso que nunca llegaba. Y él se cansó de tener que estar haciéndola feliz y sacándola sonrisas porque lo veía difícil. ¿Tan difícil que no vale la pena? Tampoco pedía tanto. Eso él nunca lo entendió. Entonces, llego un momento en el que ella se alejó y él no la siguió. Fue ahí cuando ella sintió que había tomado la decisión correcta.

sábado, 9 de marzo de 2013

:)

He aprendido que las cosas llegan cuando menos te lo esperas. Siempre cuando estoy a punto de olvidar, vuelve a aparecer, y es entonces cuando todo vuelve a ser igual. La vida vuelve a dar un giro de 360º y nuevamente estas aquí.