He aprendido a no confiar en nadie, a esperar poco de los demás y mucho de mí misma.

Y ahora me ha vuelto a pasar, de nuevo me encuentro en mitad de la tormenta, como una cuerda de la que tiran por ambos lados.. ¿Y al final?, normalmente la cuerda se termina rompiendo y entonces ambos lados la dejan tirada en el suelo sin saber que esa cuerda es una persona que después de conseguir destrozarla, dejan a su suerte. Total, ya han conseguido acabar con lo que más quería. 

Pero estoy segura de que me quedan millones de experiencias por vivir, y ninguna será igual, miles de personas por conocer, y tan solo unas cuantas valdrán la pena. 

He aprendido a no confiar en nadie, a esperar poco de los demás y mucho de mí misma, porque siempre habrá personas que estarán deseando de jugarte una mala pasada, y por ello tendrás que saber elegir a las mejores, aquellas personas que pase lo que pase, pocas veces te fallarán.