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martes, 24 de octubre de 2017

Elegía a mi compañera de vida

Martes, y aunque no sea trece,
Parece como si todo hubiese salido mal.
El sol anda escondido entre las nubes
Porque no soporta tu ausencia ni un minuto más.

Trece son los años compañera,
Que me diste cobijo cuando no había nadie más,
Trece fueron los inviernos que vivimos con total ingenuidad,
Trece las primeras que nos hicieron soñar.

Trece vidas y 24 sueños son 
Los que permanecerás siempre conmigo.
Aunque el frío muerda y el sol queme,
Aunque la tierra te cubra, y ya no regreses.

Temprano abandonaste a la vida entusiasmada,
Temprano te levantaste y te fuiste al alba,
Temprano andas metida en la tierra harinosa.

Grito al viento todo aquello que no te pude decir,
Sollozo al otoño que no me pude despedir,
Termino llorándole a la vida por qué te tuviste que ir. 
Voy a barrenar la tierra hasta encontrarte,
Voy a besarte la piel dormida,
Descubrirte y darte un soplo de vida,
Voy a arrancar con los dientes todas las hierbas crecientes.

Volverás a casa a sentarte en la estufa,
Por el camino hendido por donde viniste,
Volverás por entre las flores marchitas de cuando te fuiste.

Volverás del rincón de los olvidos 
Para nunca volver a marcharte. 
Alegrarás mis oscuras noches 
E inundarás las mañanas con tus gruñidos,
Mientras dormida aún velas por mis sueños.

Yo quiero ser la encina que ocupas
Cuando al alba la noche amanece,
Para llorarte con gotas de rocío.

Yo quiero ser la grieta por la que asomas,
Yo quiero ser la luna que en las sombras te guardan
Yo quiero ser la muerte empedernida
Que contigo habita entre sollozos.

Yo quiero ser compañera,
Tu lazarillo en la vida 
Y tu oscuridad en la muerte.

No te vayas y me dejes a tientas,
No te vayas pues sólo quedan tinieblas,
No te vayas compañera de vida,
Pues te querré para siempre.

viernes, 12 de mayo de 2017

AHORA YA ES TARDE PARA UN ÚLTIMO VE(R)SO

Ahora que no estás soy como un gato herido,
Huyendo por las esquinas de cualquier soplo de humanidad.
Me lamo las heridas con los besos que no te di,
Aunque escueza y no cure, aunque se abran y no cicatricen,
Aunque la sangre arda y los rasguños quemen.

 Ahora que ya no estás he borrado los domingos de mi agenda
Y los viernes saben a muerte.
 Los días soleados son tan tormentosos que
Ahora siempre llevo un paraguas por si acaso,
Y es que ahora en mi subconsciente siempre llueve.

 Aunque los días pasen y ya no estés,
En mi vida siempre será martes por la tarde,
Mientras espero que vuelvas sentada en el andén.
Ahora, me planteo otras formas de vida aunque ya no viva,
Aunque mi corazón no sienta y se desborde.

Ahora que me han venido a la mente todos los suicidios que no cometí,
Los tengo todos bien agarrados para que no se escapen.
Ahora que te has ido yo,
Seguiré esperando debajo de la cama a que vengas,
Aunque la ilusión me mate y la realidad me supere.

Ahora que sé que ya no volverás,
La vida me consume como el último cigarrillo que nos fumamos a medias.
Ya no puedo, no consigo entender que los domingos haya otro plan.
 Ya no creo más sapos que sepan amar.
Ahora que ya no estás, la vida sobra y el mundo estorba,                       
Aunque la soledad me trague y el verano muerda.

Ahora que sé que ya no volverás,
Ahora que el humo se ha consumido,
Ya no queda nada más,
Y yo me esfumo como si nunca antes hubiésemos existido.                       
Ahora que ya no estás, no he dejado de pensar en ti un instante.

Ahora que ya no hay tiempo,
Desaparezco entre las olas
Dejando marcas en la arena.