Y sentí la brisa del mar con tu mirada.
Te vi caer, y encerrarte
En una cárcel de amor
Que te cortó las alas.
Créeme,
No hay nada mejor que
Dejar al pájaro volar libre
Y sentirte libre junto a él,
Sin jaulas, y contemplando
Su belleza entre las nubes.
Te ví volar y caer,
Y no sé cuándo me gustaste más
Cuando te proclamaste dueña de los mares,
O cuando te declaraste culpable del crimen.
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