.comment-body { background: #E6E6E6; color: #F6CEF5;

martes, 30 de julio de 2013

Eres tú

Eres tú. 
Te miro, no logras verme, me olvido de cómo viven las estatuas para ir saltando los obstáculos que no me dejan tocarte. Y corro, como jamás en mi vida he querido hacerlo.
Me separan metros, centímetros, milímetros. Y me cuelgo de ti, me adhiero a ti, soy parte de ti, me fundo contigo. Te abrazo como si fuera nuestra primera y última despedida.
 No te dejo respirar, y en vez de soltarte, voy y te beso. Creo que no puedo ser más feliz.
Y entonces hablamos, en realidad no lo recuerdo muy bien, pero cómo te miraba, el mundo no existía para mí.

Te toco el pelo y me siento morir, porque es real y te estás riendo. Sonríes, te juro que sonríes y no puedo dejar de sonreír yo tampoco. Te vuelvo a abrazar, te abrazo tanto y tanto y me sigue pareciendo tan poco. 

Y me coges, y me dices algo y los minutos se agotan.
No, por favor. Detén el tiempo, quédate conmigo. Deja que exista un nosotros efímero.  
Y cuando menos me lo espero me agarras y me abrazas y me lo dices con esa voz con las que tantas veces he soñado, pero esta vez es de verdad. Y por un momento tú eres el lugar más seguro del mundo.

 Oigo ruidos, el tic-tac del reloj me acojona y me aferro a la esperanza de que decidas quedarte, pero queda poco, la gente sube, tú miras, yo no quiero mirar. Me dices que es la hora y yo no quiero, de verdad que no. 
Te envuelvo en un millón de abrazos y besos para que no se te ocurra olvidarme. No me olvides, quiero decirte. 

Y tu te vas alejando, y me miras, y te miro, y subes y te vas, te vas, te vas... 
Ya casi no logro verte. Me gritas "ven" con la mirada, o solo espero que me digas eso. 
Y espero, mucho, aún más, hasta que veo que te marchas. Te sonrío, te digo adiós, nos volvemos a mirar, por última vez. Ya no existes, se acabó.

Me quedo quieta, muy quieta. No soy capaz de moverme. Al cabo de un rato logro caminar y las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos descontroladamente.
 Me da igual que la gente me mire, sólo existo yo. Salgo de ese sitio, ya no me parece tan bonito. 

Creo que lo odio. Y espero a otro autobús, otro más... ya no te espero a ti. 
Y dejo que me consumas durante unos minutos, porque todavía te siento, porque todavía estoy viva. 

By Carolina

lunes, 15 de julio de 2013

Ser el Martes 13 de la vida

Ser la que se enamora de un corazón roto y sufre por algo que nunca tendrá. 
Aquella que no es capaz de conquistar un corazón. 
Aquella que ni siquiera puede retener a alguien a su lado. 
Pero, es que no se trata de retener, sino de estar juntos sin obligaciones, hacer las cosas porque quieres. Eso es lo que importa en la vida.
Ser un juego nacido de tu aburrimiento, y también esa veleta a la que el viento se lleva sin querer.
Soy todo aquello que has desechado, la peor parte de la historia de tu vida.
Hoy pido perdón por habernos cruzado por el camino, y también por haberte querido, me pido perdón a mí. Por no haber seguido el camino que debía y haber rechazado lo que merecía.
Simplemente debí haberte arrancado cuando todavía podía.

viernes, 5 de julio de 2013

Pensé tanto que me equivoqué

Todavía no ha aparecido nadie que sepa curarme la tristeza. 
Tampoco tú lo has intentado,
Y no dejo de llover desde que pasó todo aquello por los dos.
Tengo miedo del mundo. 
Me aterra necesitarte tanto, y aún así, ver como te alejas.
Saber que las carcajadas de cada noche son una actuación magistral, 
Y qué putada esto del amor.
He soñado tanto contigo que pensé: No quiero vivir muriéndome sin tí.
 Un día pensé tanto que me equivoqué.
Y ahora busco entre mis sueños, para ver en cuál de ellos te perdiste.


Sólo una más

¿Y a estas alturas me tiene que dar igual la vida de la persona que lo ha significado todo y aún lo sigue haciendo? ¿Cuando era el quien me buscaba, se enfadaba y se ponía celoso? Pues no, ni me das igual ni creo que pueda conseguir que eso pase. Porque fuiste tu el que me enganchó a ti. Que no me vengan con segundas historias, ni excusas baratas, que negar la verdad sólo es un error. A veces la vida pega duro, muy duro. Pero llega otra gota más al vaso y es la definitiva para terminar de destruirte. Que no quiero otros besos que no sepan a ti. Ni mensajes que no tengan tu nombre. Sólo quiero una quedada más como las de antes, de esas que nos muestren que todavía es posible.