Ya no recordaba las noches de soledad y de echarte de menos, ese viaje me hizo bien, demasiado bien.
Pensaba en ti lo justo, fuera lágrimas, fuera dolor, nada podía estropearlo. Pero un día tuve que volver y de casualidad volví a recordar como eran las noches sin ti.
Quizás quería volver porque extrañaba extrañarte.
Pero volví a sentir lo que era morir por alguien y extrañar tu olor.
Me sentí muerta, después de haberme sentido tan viva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario