Reflexiones de un delirio.

¿Donde quedaron aquellas tardes de conversaciones sin final? ¿Los días en que todo era bueno? Cuando pasábamos las horas y cada noche nos echábamos de menos. Todo parecía ir bien, pero de repente un día salió a la luz todo aquello que llevabas por dentro. Entonces comprendí que todo había sido mentira, que no podía ser, en la vida hay cosas que son de dos, y si una falla fin, se termina. No es bueno guardar dentro tanto dolor, pero cuando sale, entonces comprendes que no puedes pedir nada. Porque siempre hay gente que está peor que nosotros, nunca podremos quejarnos de nuestra suerte. Puede ser que nunca encontremos el amor, pero lo tenemos todo. Pedimos algo y lo recibimos, pero no sirve de nada tener todo lo material si nos falta lo esencial. Porque para vivir no es necesario nada de eso, solo necesitamos un poco que cariño, amistad y felicidad.