Si pudiese ser una
estación sería otoño,
Para lloverte,
Recordarte todas
aquellas tardes en las que fuimos,
Convertirme en nostalgia
y anhelo,
Caer como las hojas, volar
sin rumbo fijo,
Para terminar
desapareciendo en algún rincón inaccesible.
Si pudiese ser un día
sería domingo,
Para empezar todas esas promesas
que nunca cumplimos,
Para ganarle un día a la
semana,
Y demostrarle al mundo
Que para ser feliz sólo
hacen falta ganas.
Si pudiese ser un color
sería azul,
Como el mar y el fondo
de tus ojos,
Para perderme (en el) sin
saberlo
Y comprobar que la
eternidad existe si es contigo.
Si pudiese ser un
elemento sería tierra, aire y fuego,
Tierra para evitarte el
dolor y hacer menos dura la caída,
Aire para rozarte como
lo hace la brisa
Que tantas veces me hace
sentir celos
Y fuego para quemarnos
con las pasiones del alma.
Si pudiese ser un estado
de ánimo sería tristeza,
Para perderme en los
recuerdos,
Soñar recorriendo
aquellos lugares contigo,
Sentir que existe la
calma
Después del vendaval de
nuestras almas
Luchando por aguantar
una noche más.
Si pudiese ser alguien
sería ella,
Para contemplarte cada
noche mientras duermes,
Abrazarte cuando tengas
pesadillas,
Besarte las heridas y
comerte los remordimientos,
Enseñarte que en una
escala de amores,
Reventaríamos los
récords con nuestras caricias.
Si pudiese ser una parte
de ti sería tu conciencia,
Para susurrarte que las
noches son eternas en compañía de la luna,
Que eres como un lobo
aullando a la nada,
Y que todavía no has
podido olvidarme.